Tres semanas después del fuerte terremoto que dejó 600 personas muertas en la población turca de Van, la tierra ha vuelto a temblar allí con un seísmo de 5,7 grados en la escala de Richter que ha dejado, al menos, 7 muertos, y decenas de heridos.
Nuevamente el sureste de Turquía ha sido la zona más afectada, tras el seísmo, un centenar de personas ha quedado atrapada entre edificios que se han venido abajo.
Uno de esos edificios siniestrados ha sido un hotel en donde se alojaban numerosos periodistas internacionales que estaban allí cubriendo las consecuencias del reciente terremoto.
Ya trabajan sobre la zona numerosos equipos de rescate y médicos.
El país de Turquía está atravesado por varias fallas sísmicas, por lo que diariamente registra pequeños seísmos. En 1999, se produjeron dos fortísimos terremotos que provocaron más de 20.000 muertos en el oeste del país.
La población de Van se encuentra ahora mismo en una situación extrema, ya que desde que se produjo el terremoto de hace tres semanas, miles de personas viven en campamentos habilitados pos las autoridades.