En principio, el presidente no se dedicará a dar conferencias ni entrará en el consejo de administración o como asesor de alguna empresa privada de renombre. La intención de José Luis Rodríguez Zapatero, al que le quedan apenas una semana en La Moncloa, es dejar la primera línea política y ocupar el puesto que los ex presidentes tienen reservado en el Consejo de Estado, máximo órgano consultivo del Gobierno.
Aunque, al menos nominativamente, liderará el PSOE hasta que se celebre el congreso ordinario que elegirá a su sucesor en la Secretaría General, no intervendrá, para nada, en el proceso, ni en la organización del mismo, ni en la búsqueda o apoyo a candidato alguno aunque, según fuentes socialistas, le gustaría que su despacho lo ocupase Carme Chacón.
Eso sí: no podrá volver a León, como era su deseo, varias veces manifestado, tras dejar el poder. El presidente en funciones y su familia han alquilado una casa a las afueras de Madrid donde vivirán durante algún tiempo.