Esa es una de las conclusiones de un estudio realizado por investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). De acuerdo con el mismo, las mujeres nacidas de madres con más de 39 años y aquellas que eran más altas y delgadas que la media antes de la pubertad presentan mayor densidad mamaria y, con ello, mayor riesgo de cáncer de mama.
Una de las autoras del estudio, e investigadora del Centro Nacional de Epidemiología, la doctora Virgina Lopez, aseguró este sábado que “la exposición acumulada a hormonas y factores de crecimiento en las primeras etapas de la vida, cuando las mamas empiezan a desarrollarse, condiciona la composición del tejido mamario y la probabilidad de desarrollar un tumor de mama en la etapa adulta”.
El estudio, realizado sobre una muestra 3.574 mujeres con edades comprendidas entre los 45 y los 68 años, analiza la influencia de ciertas características del nacimiento y la infancia. El mismo, publicado en la revista ‘Breast Cancer Research and Treatment’, explora la influencia de determinadas características como la proporción de tejido radiológicamente blanco en la mamografía, que es reconocido como un marcador de riesgo de cáncer de mama.
Aunque la densidad mamográfica tiene un claro componente hereditario, varía también en función de los factores de riesgo conocidos del cáncer de mama, como la edad al primer parto y el número de hijos. “Muchos estudios utilizan la densidad mamográfica para investigar la posible influencia de otras exposiciones en el riesgo de cáncer de mama“, explica la doctora López.
Estos resultados secundan diversos estudios publicados unos años antes, por la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer que de mostraban cómo las mujeres con una densidad igual o mayor al 75% en una mamografía tienen de cuatro a cinco veces más riesgo de cáncer de mama que las mujeres con baja densidad.