Cabreada y mucho se mostró esta mañana la portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Gabriela Bravo, por toda la polémica suscitada tras conocerse ayer la condena a 11 años de inhabilitación para el juez Baltasar Garzón, por las escuchas ilegales de la trama corrupta Gürtel, por parte del Tribunal Supremo (TS).
En una entrevista en el programa Los Desayunos de TVE, Bravo consideró “inadmisible” que se haya tachado de “fascistas” a algunos de los 7 magistrados que con su sentencia, aparcaron definivitamente de su profesión al juez de la Audiencia Nacional.
En concreto, la portavoz del CGPJ arremetió contra el ex fiscal de Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo que dijo que el Alto Tribunal era “una casta de burócratas al servicio de la venganza”.
Pese a entender el rechazo que la resolución ha provocado en una buena parte de la población española, Bravo recordó que la resolución fue adoptada por unanimidad y con todas las garantías. Defendió la decisión de sus colegas del TS que demuestra que se ha llevado a cabo “sin ningún tipo de ideologías“.
Con respecto a la imagen que está dando fuera de nuestras fronteras la Justicia española, afirmó que ésta se encuentra a la cabeza en Europa.
Garzón anunció a última hora de la noche de ayer que recurrirá la sentencia por considerarla “injusta” y sentirse ,además, cabeza de turco por una “violación sistemática” de sus derechos.