De ello está convencido el ministro de Economía, tal y como ha manifestado en una entrevista a la Cadena Cope. Luis de Guindos, quien ha reconocido que los resultados de esta reforma no se verán “de forma inmediata” en la productividad y la competitividad, ha recalcado que sus efectos serán “positivos a medio plazo”.
Luis De Guindos ha justificado el hecho de que el PP no haya cumplido sus promesas electorales, no abaratar el despido ni subir los impuestos, porque ha tenido que trabajar “sobre la marcha” ante la nueva caída que la economía española padece desde el verano y que enlaza con la recesión que se inició en 2008.
El ministro asegura que tomar estas medidas “no ha sido plato de gusto”, pero que “nos hemos visto arrastrados en muchas ocasiones por una situación bastante peor de lo que se proyectada“. Sobre sus palabras, captadas por una cámara de televisión durante la última reunión de la UE, De Guindos ha indicado que “la reforma es agresiva con las causas” que han llevado a España a ser el peor país desde el punto de vista laboral”y, tras enfatizar que estas iniciativas “pueden ser discutibles, pero han sido las más importantes y profundas en muchísimas décadas”, recordó que “en ningún país de la eurozona se ha pasado de una tasa de paro del 8% al 23%, con un paro juvenil del 50%” y ha concluido, “no sé cómo ha evitado el coste del despido que teníamos anteriormente que se hayan despedido a 2,3 millones de personas en España”.
Sobre si es cierto que la reforma prima a los empresarios y deja caer el peso de la crisis sobre los trabajadores, De Guindo ha sido terminante, “aquí lo que se quiere primar es el empleo. Los empresarios lo que quieren es contratar y que les vaya bien las cosas. Yo no he encontrado todavía a ningún empresario que lo que quiera es echar trabajadores”.
