El remedio mucho peor que la enfermedad. Un hombre residente en el estado de Florida decide dejar de fumar y, para lograrlo, elige el método de los cigarrillos electrónicos. Al pobre ex fumador, de 57 años, lejos de apartarse de la dependencia, le provoca ir corriendo al hospital.
En una de sus caladas tratando de quitarse el mono el cigarrillo le explotó en toda la cara. El suceso no sólo le ha provocado graves quemaduras en la cara, sino que a mayores ha perdido toda la dentadura y parte de la lengua.
Todavía no se sabe muy bien cómo pudo ocurrir, pero, al parecer, la batería del cigarrillo se salió del tubo y comenzó a arder hasta que explotó. Este método para dejar de fumar lo utilizan en EEUU más de 2 millones de ciudadanos y nunca había pasado algo así.