Aunque en el cartel informativo que han pegado en la puerta del bingo de Camelias dice que el cierre es temporal, esta redacción se ha podido enterar de que de punto y seguido, poco.
La pérdida de clientes en la sala de juegos durante los últimos meses, motivada fundamentalmente por la situación actual de crisis, se ha incrementado y la empresa ha decidido cerrar a cal y canto.
Pero junto al bingo se ha cerrado también el parking colindante que no sólo era de utilización exclusiva para clientes, sino que además le han hecho la puñeta a los usuarios que tenían plazas de aparcamiento arrendadas.
Un grupo de operarios lleva días sacando el mobiliario de estas amplias instalaciones. Al parecer, algunos empleados han sido recolados en un bingo en Pontevedra y en la sala de juegos ubicada en la calle Marqués de Valladares.