Amigos da Terra no comparte el entusiasmo que, en cambio, sí tiene el alcalde de Vigo, Abel Caballero, al hacer uso del coche eléctrico. Para el colectivo ecologista, defender el mismo modelo de transporte, con urbanismos dispersos e infraestruturas viarias sobredimensionadas al servizo del vehículo privado, solamente cambiando el coche convencional por un eléctrico, no resuelve el problema de fondo.
Desde la organización se considera vital planificar un cambio radical en la mobilidad urbana. La principal ventaja que se le supone al coche eléctrico es su ausencia de emisiones contaminantes, pero desde Amigos da Terra no están muy de acuerdo con esa afirmación.
Sin ir más lejos, el coche eléctrico en el que viaja el regidor vigués, al recargarse en Vigo funciona en un 45% gracias a una central térmica de carbón, una de las mayores fuentes de gases invernadero.
Según datos facilitados por Amigos da Terra, el pasado mes de febrero las emisiones de CO2 derivadas de la producción eléctrica en España sumaron un total de 6.913.649 toneladas. Por eso, afirmar que el coche eléctrico es una alternativa ambientalmente sostenible parece una declaración más que precipitada.
Amigos da Terra anima a Caballero a que, más allá de pedir ayudas económicas para comprar coches eléctricos, exija al ministro de Industria y Energía que se impulsen las energías limpas y el progresivo cierre de las centrales térmicas y nucleares.