Lo que a primera hora de la mañana sólo era un anuncio del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ahora ya es efectivo. La embajada española en Damasco acaba de suspender su actividad, después de las matanzas indiscriminadas del régimen de Bashar al Assad sobre la población.
La decisión de cerrar la oficina diplomática en Siria estaba pendiente de las conclusiones que se adoptaran en Bruselas, pero todo apuntaba que iba a cerrarse el pestillo a la mayor brevedad porque así era el deseo del Gobierno de Mariano Rajoy.
Pues, dicho y hecho. Hace unos minutos que llegó la confirmación, la embajada española en Damasco acaba de cerrar “como repulsa por las matanzas” en Siria.
Esta misma mañana, García-Margallo dijo que “lo que está pasando en Siria es inadmisible”, al tiempo que confirmó que el pasado mes de febrero se llamó a consultas al embajador por todo lo que está ocurriendo por parte del Ejército de Al Assad sobre la población civil y en la que también participan fuerzas rebeldes y opositoras al régimen.