No ha cumplido uno solo de los objetivos previstos cuando se hizo con la presidencia de Novagalicia Banco y, a estas alturas, hasta el presidente de la Xunta da por seguro que la entidad gallega, o en menos del 10% gallega, ya que el 90% pertenece al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), se subastará al mejor postor.
Y es que José María Castellano, no ha conseguido los 150 millones de euros que aseguró tendría en diciembre, haciendo entrar en el accionariado a empresarios gallegos del exterior, principalmente de México: todo se quedó en apenas 70 millones, con participaciones poco menos que testimoniales; tampoco ha logrado los 500 millones que debían estar desembolsados a mitad de este mes, por lo cual el FROB optó por suprimir estos plazos, que tenían su siguiente paso en junio, y permitir que la venta de títulos del nuevo banco, que daría la entrada a inversores internacionales, pueda hacerse ya en cualquier momento, y parece punto menos que imposible que llegue a los 2.340 millones de euros que hay que ingresar en las arcas del Estado para evitar que la entidad que, no hay que olvidar, es propiedad pública, sea subastada…siquiera a los 1.000 millones, que podrían abrir la puerta a la continuación de un camino casi en solitario.
Ahora, la propuesta sería que la aportación de capital privado sea de un 49% y que el 51% siga en manos del FROB, pero no parece que este vaya a ser el trayecto. El ministro De Guindos no quiere, el Banco de España no está por la labor, y el resto de entidades, que parecían en una situación equiparable, o más débil, en algunos casos, que la de Novagalicia Banco, han tenido que ceder, fusionándose o integrándose. Tal es el caso de Banca Cívica, que se integrará en Caixabank, el de Caja España-Duero, que entra en Unicaja y Unnim que fue adjudicada a BBVA. Aunque el caso donde puede verse reflejada la entidad gallega es el de Catalunya Caixa que, en unas condiciones casi idénticas que Novagalicia, ya no oculta que acabará dando pérdidas y ha solicitado su subasta sin esperar ya a que llegue el verano.
¿Qué pasará ahora? Si se cumplen los vaticinios de quienes están mejor informados sobre los movimientos financieros, no sería de extrañar que Novagalicia Banco acabase en manos de La Caixa. Para ello haría una oferta de algo más de 3.600 millones de euros, cantidad que la entidad gallega ha recibido de los organismos públicos y que es la suma de los 1.162 millones de la fusión de Caixanova y Caixa Galicia y los 2.465 millones, a mayores, que puso el FROB, en septiembre de 2011, para hacerse con el control del 93% de la nueva entidad.