Así lo ha podido constatar esta redacción durante toda la madrugada. La mayoría de los trabajadores de Citroën no acudieron al cambio de turno de las 5 de la mañana, aunque el despliegue policial en las entradas de la planta, con más de 70 agentes apostados en los alrededores, sí evitó la acción de los piquetes informativos y quienes quisieron entrar a trabajar, alrededor de 400 personas, pudieron hacerlo con normalidad.
A las 7 de la mañana no había actividad alguna en el Puerto, no funcionaban los transportes por carretera, aunque sí se cumplían los servicios mínimos en Vitrasa, cuyos primeros autocares abandonaron las cocheras alrededor de las 6 y media de la mañana.
La actividad era nula en Zona Franca y en los parques empresariales de la ciudad, así como en la hostelería, con la totalidad de bares y cafeterías cerrados, y en las grandes superficies; había piquetes ante las oficinas bancarias, especialmente las de Novagalicia , donde varios entrron en la sede central de la entidad en García Barbón y, en el momento de redactar esta información estaba confirmado que el Faro de Vigo no saldría este jueves a la calle.
La noche, tal y como aseguraban los responsables de los sindicatos en la concentración conjunta de delegados convocada en la farola de Urzáiz, ha transcurrido sin incidentes destacados, pese a la masiva presencia policial que, en algunos puntos, superaba a la de representantes sindicales.